Visita Lisboa: la bella decadente
En esta época del año donde todavía da pereza por el frio, el clima y las horas de Sol visitar los paises al norte de los Pirineos, si queremos visitar alguna ciudad europea nos quedan pocas opciones .... quizás Atenas o Roma, pero en esta ocasión, por cercanía, nos vamos a centrar en Lisboa.
Y en cuanto al ocio, como no, saborear el rey de la cocina portuguesa, el bacalao, disfrútalo de las 1000 maneras en la que puede ser cocinado en Portugal y después de la cena puedes acudir a algunos de los diferentes locales o pub que ofrecen música en directo y disfrutar de la melancólica música tradicional portuguesa por excelencia, el fado.
Y es que la capital lusa, guarda preciosos y encantadores rincones, algunos con una atmosfera encantadoramente decadente, otros mágnificos y espectaculares, y una vistas y paisajes dignos del final del rio vertebrador de la Peninsula, descubre Lisboa, pierdete por sus calles y disfruta de la ciudad de los navegantes.
Algunos de los lugares que no te puedes perder son: pasear por las calles del barrio de Alfama, subir al castillo de Sao Jorge y contemplar las espectaculares vistas que desde aqui ofrece la ciudad y el estuario del Tajo, comtemplar la monumentalidad de la ciudad Baixa hasta alcanzar la Plaza del Comercio a orillas del rio y despues coger un tranvia hasta Belem y visitar tanto la espectacular Torre del mismo nombre como el monasterio de los Jeronimos.
Entre las actividades que no puedes perderte está coger el tranvia número 28, el que pasa por las zonas más turísticas de la ciudad vieja, subiendo para posteriormente descender por las diferentes colinas de la ciudad.
Tampoco puedes dejar de realizar una travesía por el Tajo, lo mejor saliendo de la zona de la antigua Expo (donde se encuentra un interesante acuario) y descubriendo durante el trayecto hasta Belen (con parada en la Plaza del Comercio) los puentes sobre el río que han hecho famosa a la ciudad.
Y en cuanto al ocio, como no, saborear el rey de la cocina portuguesa, el bacalao, disfrútalo de las 1000 maneras en la que puede ser cocinado en Portugal y después de la cena puedes acudir a algunos de los diferentes locales o pub que ofrecen música en directo y disfrutar de la melancólica música tradicional portuguesa por excelencia, el fado.
No lo dudes, si tienes unos días y no la conoces, realiza un viaje a Lisboa para descubrir sus encantos ocultos y sus mágicos rincones, llenos de decadencia y de una atmosfera de cuento que nos hará retrotraernos a siglos pasados.